En esta fecha recordamos el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que duró hasta diciembre de 1983 y llevó al país a la dictadura más cruenta de su historia. Durante ese período se cometieron violaciones masivas a los derechos humanos contra la población civil: detenciones arbitrarias, ejecuciones, torturas, violaciones, robos de bebés, exilios forzosos, ataques a las libertades civiles, políticas y sindicales; censuras y persecuciones de todo tipo.

Desde el retorno de la democracia en 1983, la Argentina ha transitado un largo camino en materia de memoria, verdad, justicia y reparación de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Hoy, 46 años después del comienzo de unas de las dictaduras más sangrientas de la historia del Cono Sur, estas trágicas violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos han dejado un doloroso aprendizaje que ha redundado en el liderazgo internacional que ejerce la República Argentina en la promoción y protección de los derechos humanos, constituyendo una política de Estado transversal a todas las políticas públicas y uno de los pilares fundamentales de la política exterior argentina.

La base para la construcción de la agenda actual en derechos humanos en nuestro país ha sido la erradicación de la impunidad de los crímenes contra la humanidad perpetrados durante esta dictadura. La sociedad argentina continúa trabajando para sanar las heridas de este siniestro período de nuestra historia, siempre bajo el lema de memoria, verdad, justicia y reparación.